lunes, 14 de noviembre de 2011

Capítulo 1: En busca de respuestas.

- Buenos días, pequeña. Hoy el sol brilla otra vez, y ya hace días que no salía... Ojalá eso signifique que vuelves. 

Hoy, como otro día, vuelvo a hablarle a mi mujer, bueno, a la foto enmarcada de mi mujer, y me quedo como un tonto mirándola, esperando que me hable, o que se yo. Hace tanto tiempo que no la siento entre mis brazos, que ya no sé que es normal y que no. 
Todo el mundo pide respuestas, pero no las sé ni yo. 
Hoy es sábado, día de fiesta. Y no, no me gustan los días de fiesta. Desde que mi mujer se fue, no salgo apenas de éste piso de 70 metros cuadrados, mejor dicho: no me levanto del sillón rojo. Tampoco me importa demasiado, no quiero parecer muy "ñoño", pero desde que se fue, me siento vacío. Mi vida, nuestra vida, giraba cada una alrededor de el de la otra, y si mi vida ya no puede girar alrededor de la de ella, gira sobre si misma y como la propia Tierra, en algunos sitios esta llena de luz, y en otros, oscura. 
Hoy, vuelven a venir mis hijos, Ivan y Abril, de 13 y 16 años, fruto de mi anterior relación con Nina, una mujer maravillosa, mucho mejor madre que esposa, tenía que decirlo. 
- Papá..
- Dime, Ivan.
-  Mamá te manda recuerdos, y me ha dado unos "tuppers" para ti, el otro día hizo fideuá, ¡Cómetela! O se lo diré y se enfadará.
- Gracias hijo, tu madre siempre tan encantadora como siempre, dale las gracias cuando la veas, igualmente luego le haré una llamadita.

Nina... Es una mujer encantadora. Empecé con ella cuando teníamos 17 y 14 años. Ella tenía 24 cuando tuvo a Abril, y 27 cuando tuvo a Ivan. En el primer cumpleaños de Ivan, nosotros ya estábamos distanciados. Un año después, empecé con mi actual mujer, y hasta día de hoy, creo. Digo creo porque no se si seguimos, por mi parte si porque básicamente, no he recibido un "-Adiós Walter" de su parte. Aunque bueno, debería contar algo...
Tal vez debería de empezar por el principio del todo, pero quiero contar algo antes de todo.
Hace 5 años, un mes después de que se fuera, recibí una llamada de mi mujer diciendo: "-No me llames más, déjame en paz." 
Sé que no fue ella. Para empezar, la voz no era la suya, y por otro lado, ella no es así... O sí. Hace 5 años que no la veo, así que no sé ni si su color de pelo sigue siendo castaño oscuro. Así que para mi, sigue siendo mi mujer, aunque he de reconocer que no se merece seguir siéndolo.
Nadie me da respuestas, la empresa donde supuestamente trabajaba, ahora resulta que quebró 2 meses antes de que ella emprendiera ése viaje a Menorca. Su teléfono dejó de dar señal después de la última llamada. ¿Denunciar? Para qué. Todos opinan que se fue para ahorrarse las explicaciones del porqué me deja... Pero se que no es así, se que a mi princesa le ha sucedido algo en su cabeza para que no haya vuelto en 5 años. Y no, su familia no sabe nada, porque no tiene apenas familia ya que, sus padres murieron hace unos 10 años ( murieron con una diferencia de 1 mes ) y solo tiene un hermano, al que hace años que no ven y que no vino ni a nuestra boda, así que otro que tal baila al igual que mi mujer. 

- Papá, ¡te estás quedando dormido!
- Perdona Ivan, he pasado una mala noche...
- ¿Porqué? 
- Ésta noche he estado leyendo un libro, Abril.
- ¿Toda la noche?
- Si... La verdad es que si. 
(Suena la puerta)
- Enano ves tu, que seguro que es mamá que viene a buscarte para llevarte al cumple de tu amigo Sergio.
- ¡Qué no me llames enano!
- ¡Qué te vayas a abrir la puerta y te calles! 
- ¡Qué no gritéis!
- Ya me voy, es mamá que ha venido a buscarme, tengo el cumple de un amigo.
- Vale hijo, cuídate mucho y dile a mamá que la llamaré sobre las 10.
...
- Bueno, ¿ y qué libro te ha quitado el sueño ésta noche?
- Nada, uno muy tontín...
- ¿Pero cuál?
- El Principito.
- ¡Ése libro es genial! Me lo leí yo no hace tanto.
- Pues mira, ayer lo encontré en la estantería del comedor, y empecé y cuando me di cuenta me lo había acabado y era ya de madrugada.
- Papá...
- Dime, ¿Sucede algo?
-  Te noto mal, cada día peor, y hoy que hace un día soleado, te noto peor aun que éstos días nublados.
-  La vida no es un sendero llano, sabes Abril, no todos los días son de color rosa. 
- Pero hace 5 años que no te veo sonreír, ¿ No crees que ya es momento de pasar página, papá?
- Pasar página no es tan fácil.
- Pues tu libro de Principito no dice lo mismo.
- Déjate de bobadas, sabes a que me refiero. 
- Lo sé, papá, pero ni con éstas eres capaz de hacer una mueca.
- Abril, tu hermano y tu me llenáis de felicidad, sois lo único que tengo, y la felicidad la llevo por dentro. Ten por seguro que me hacéis realmente feliz, y que si no fuera por vosotros, no sé como llevaría ésto, gracias de verdad. Me encantaría poder llevaros por ahí a pasear, al cine, al zoo, pero sabes que aún no estoy en mi momento, de verdad, necesito tiempo.
- Lo sé papá, nos tienes a Ivan y a mi para lo que necesites, y él está encantado con venir a verte,  y yo también.
- Gracias cariño. Vete a casa ya... Se va haciendo tarde y sabes que mamá a las 9 hace la cena y si no se está en la mesa no se come, jajaja.
- Vale papá, acuérdate de llamar a mamá, le hará ilusión. Te quiero.
- Y yo cielo, y yo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario